Lo que comenzó como un esfuerzo comunitario para apoyar a artistas locales, hace seis años, rápidamente se convirtió en uno de los eventos culturales más populares en el oeste, dando nueva vida a la Plaza de Rincón y fortaleciendo el vínculo entre la cultura puertorriqueña y la economía de este pueblo costero.
Por Lauce Colón Pérez
Todos los jueves, con la puesta del sol, la plaza de Rincón, se ilumina para recibir a cientos de locales y turistas que han venido a la ciudad a disfrutar de su música, arte y cultura. Mientras las tiendas de otros cascos urbanos cierran, los restaurantes, cafés, bares e incluso panaderías alrededor de la plaza de Rincón's abren sus puertas hasta altas horas de la noche y se llenan de rincoeños y visitantes que han venido al centro de la ciudad para disfrutar de las artes y conocer a los ahora prósperos artesanos de Art Walk, el paseo de las artes.
"La artesanía es la capacidad de tomar la materia prima de nuestra tierra y convertirla en algo útil que represente nuestra cultura puertorriqueña", explicó sobre su arte, Wanda Ramírez, una de las muchas artesanas apasionadas que revisten a Rincón de cultura todos los jueves en la noche. "Trabajo con cuero, una artesanía heredada de nuestros antepasados africanos", añadió, mientras que el suelo bajo sus pies retumbaba con el sonido de los tambores de Bomba, los barriles.
Muchos de los que se han mudado a Rincón en los últimos años conocen y aman la plaza gracias a Art Walk, esta ecléctica mezcla de todas las artes que ha hecho de la plaza pública el centro cultural y económico de este pueblo surfero, pero, hace seis años, cuando el casco urbano no se parecía mucho a lo que es ahora, todo comenzó como una iniciativa comunitaria para apoyar a los artesanos locales.
"Queríamos ayudar a los artesanos que estaban viviendo en la indigencia; viviendo en la playa, viviendo en la maleza", dijo Vanessa Rodríguez, una de las fundadoras de Art Walk, a A Rinconvenient Truth, "porque ¿cómo podemos tener negocios exitosos sin una comunidad próspera?”
Cuando Vanessa y su pareja, Heidi, se mudaron a Rincón desde Nueva Jersey en 2012, buscaron abrir su propio negocio en la plaza del pueblo. Además de una zapatería artesanal, Cosmic Sole era una galería donde los artistas locales podían mostrar sus creaciones. Muy pronto llegaron los artesanos y artesanas locales a pedir ayuda. "Necesitaban ayuda para vender sus joyas, vender su artesanía", recordó la primera.
En respuesta, Vanessa unió fuerzas con otros empresarios del centro de la ciudad, como Anthony Smith (Taller Caribe), Melvin Cardona (Dulcis Vita) y Addie Canino (Sabai Tao), y muchos otros, para crear un espacio semanal para que los artesanos sacaran provecho de sus creaciones. Su idea original era que los visitantes brincaran de un negocio a otro, disfrutaran del arte, conocieran a los artistas y compraran sus piezas favoritas, todo ello en las aceras que rodean la plaza.
En 2013, este colectivo comunitario propuso estrategias creativas, incluyendo algunos volantes, ahora memorabilia, en un esfuerzo por promocionar el recién creado evento a todos sus vecinos. Uno de los anuncios originales, un mapa dibujado a mano, guiaba a los visitantes en su paseo por las artes.
Los visitantes venían por la música y las artesanías locales, y se quedaban por la buena comida y las bebidas, ya que los restaurantes y bares locales vieron rápidamente el potencial económico del Art Walk. Brothers Pizza y lo que solía ser Pancho Villa (donde ahora está Café 413) comenzaron a ofrecer “happy hour”s y especiales de comida durante el evento. La combinación de arte, música y gastronomía hizo de este escenario único un evento popular en Rincón, atrayendo a cientos de locales y turistas a la plaza una vez al mes.
Summer Hogan de The Uncharted Studio, una tienda local que diseña e imprime ropa original inspirada en el océano, también jugó un papel fundamental en hacer de este esfuerzo comunitario una tradición rincoeña. En las noches de Art Walk, Uncharted se transformaba en un escenario de música en vivo y una galería de arte para el talento local, atrayendo a un público más joven, entre ellos muchos surfistas, al centro de la ciudad después de un día de playa.
"No había muchos negocios en la plaza antes del Art Walk", dijo Hogan. "Estaba Tata's, estábamos nosotros, The Brothers Pizza, las panaderías.... todo lo demás estaba bastante vacío." Hoy, sin embargo, la mayoría de los edificios de la plaza del pueblo tienen escaparates, los negocios prosperan y la plaza es el lugar donde la gente viene a reunirse.
A medida que Art Walk se hacía una institución en la comunidad, su popularidad entre los turistas también creció. Más artesanos se asentaron alrededor de la plaza para vender sus piezas originales, y más clientes acudían cada mes para comprarlas.
Slideshow #2 - Obra original de Artesanos
Piezas originales, hechas a mano por artesanos que vendieron su trabajo en el Art Walk de la semana pasada (Lauce Colón Pérez)
"Los artistas nunca tuvieron que preguntar si podían unirse y vender su arte", continuó explicando la propietaria de Uncharted. "Sólo necesitaban unirse.... como en la fila de conga."
Debido a este crecimiento constante, en 2014, el colectivo de arte decidió llevar el Art Walk de un evento mensual a uno semanal. Esta decisión, agregó Hogan, impulsó el evento a su popularidad hoy en día, dando nueva vida a la Plaza de Rincón y convirtiéndola en el lugar más concurrido del pueblo.
"Todo sucedió muy orgánicamente. Empezó a crecer aún más cuando se convirtió en algo consistente cada jueves. No podría haberse organizado mejor", recordó con humor Summer Hogan.
El Paseo del Arte creció y también la economía local, según Rodríguez. "La mayor parte de los ingresos semanales de los negocios son de Art Walk." Pronto, negocios como The Brothers Pizza comenzaron a ver nuevos clientes, mientras que nuevos restaurantes como Café 413 y Roots encontraron su nicho al otro lado de la plaza.
"Art Walk nos ayuda a mantener las puertas abiertas", dijo Kyneisha Muñiz, miembro de la familia Muñiz, propietaria y operadora de The Brother's Pizza. La joven de 22 años ha trabajado en el restaurante familiar desde que tenía 15, siendo testigo de cómo Art Walk ha dado a la economía local el impulso que tanto necesitaba.
Cuando el Banco Popular de Puerto Rico y otros negocios cerraron sus puertas en el centro urbano de Rincón, explicó Kyneisha, la economía de la plaza se vio afectada fuertemente. Sin embargo, "Art Walk ha tenido un impacto positivo en nuestro negocio", añadió con una gran sonrisa en la cara,"los jueves servimos a muchos turistas y visitantes, lo que la convierte en nuestra mejor noche de la semana".
Según Juan Carlos Pérez Ruíz, director de prensa de Rincón, el Art Walk es "un complemento a la economía del centro urbano de nuestro pueblo. Por eso, explicó, el municipio ha proporcionado al colectivo comunitario permisos de venta gratuitos. "¡Les hemos dado nuestra mano en todo lo que necesitan y hasta hoy todo ha ido muy bien!"
Pero Art Walk no sólo ha mejorado la vida de muchos rincoeños. También ha transformado el centro de la ciudad en una galería de arte y cultura puertorriqueña, un refugio para los artesanos.
"Creo que ha sido útil para los artistas puertorriqueños mantener viva su cultura e historia", enfatizó Summer Hogan. "Muchas de las tiendas turísticas venden cosas hechas en China que dicen 'Puerto Rico' en ellas....[mientras] los artesanos aquí hacen sus productos de cosas de la isla, derramando sus corazones y almas en ella".
Wanda Ramírez, cuyas raíces africanas están muy arraigadas en su arte, compartió que, como artesanos, ganarse la vida con su arte es difícil económicamente. Para la mayoría de sus colegas, ser dueños de o alquilar galerías es simplemente inasequible, "... porque si realmente eres artesano y haces tus piezas con tus propias manos, es muy difícil producirlas en grandes cantidades".
Art Walk, dijo, nos quita ese peso financiero de sus hombros, a la vez que nutre las tradiciones locales y las exporta una artesanía original a la vez.
Para Vanessa, Summer, Kyneisha, Wanda, los más de 60 artesanos y los cientos de visitantes que han hecho del Art Walk una tradición semanal, la plaza de Rincón es mucho más que una galería de arte. Lo que comenzó como un esfuerzo comunitario para apoyar a artistas locales es ahora parte de la infraestructura social que hace de este centro urbano, lleno de vida nocturna, arte local y actividad económico, uno de los mayores propulsores del turismo en la costa oeste de Puerto Rico.
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